En el kilómetro 0 del pasillo de los héroes esta el pilar que sustenta los puentes colgantes de la hipocresía. Mudos se quedarán los progresistas de cuarto de pelo, ya que no llegan al medio, cuando el pilar sienta el paso de los años y no pueda hacer temblar al mundo con sus eslóganes ideológicos llenos de intenciones y faltos de racionalidad.
Algunos aspiran a la sucesión de semejante obra de Dios o del átomo pero solo el tiempo dirá quien alzara la voz para tapar las vergüenzas ajenas.
Vergüenzas ajenas y no las propias ya que las vergüenzas incómodas se tapan con verborrea execrable y aullidos de fanatismo.
Los muertos ya no se moverán en el interior de sus tumbas al oír el trote cochinero de la caballería que imparte justicia terrenal. Los muertos que fueron también muertos continuaran bajo las zarzas esperando en el limbo rojo de la justiciera esfinge del pilar de la tierra.
Llena esta la tapia del patíbulo de pancartas tapando los agujeros que dejo el plomo repartido por fusileros de estirpe. Fusileros de profesión ordenados por los que gritan libertad y democracia.
El gallo dejara de cantar alabanzas por los afligidos, acosados, calumniados, incomprendidos, diferentes, pobres y empobrecidos. Trotamundos que cenan bajo el pilar de la tierra durante la Noche Buena y que son invitados a poner ladrillos de vergüenza bajo dicho pilar para que este no fenezca dejando a la tierra sin su equilibrio satírico.
Nerón incendio Roma. Sodoma y Gomorra perecieron bajo el yugo del pecado.
El tiempo será el Nerón que incendie el pilar y el peor de los pecados, la mentira, la puntilla del matarife que mandara su Toráh particular a los infiernos del olvido.
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